6. Si haces algo mal no es culpa de tus padres, no endoses tus errores,
aprende de ellos.
La hora de las justificaciones
tiene que finalizar. Es necesario dejar de mirar hacia afuera para ver quien
responde por los errores cometidos, comprender de que cada uno de ellos ofrece
una gran oportunidad para crecer es
la mejor manera de asumirlos.
Aprender
de los errores implica dar pasos hacia adelante en la construcción
de un proyecto de vida. No siempre la toma de decisiones es la mejor, pero lo
cierto es que estar atentos a corregir el camino todos los días es una buena
manera de continuar con la vida y así poco a poco alcanzar el éxito en las metas propuestas.
Sin duda alguna responsabilizarse con la vida al ciento
por ciento es la mejor decisión que se puede tomar si se desea luchar por salir
adelante y ser alguien en la vida.
7. Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como
lo son ahora. Se volvieron así por tener que pagar tus gastos, lavar tu ropa y
tener que escuchar lo alivianado que crees que eres. Así que antes de salvar a las focas,
ponte a limpiar tu cuarto.
Es hora de asumir con responsabilidad la vida que ha sido otorgada
comprendiendo que antes de mirar hacia afuera primero se debe revisar la vida
propia. Quizá uno de los grandes logros que pueda alguien conseguir es
proclamar su independencia, pero para ello primero se debe estar atento a que
la vida ya no va a ser la misma que cuando se vivía en casa de los padres.
Colocar en orden la vida
implica revisar muy bien los aspectos que la caracterizan y tomar decisiones acertadas acerca de
los pasos que se darán en la cotidianidad.
Cuando todo lo anterior está
bien claro entonces si es el momento adecuado para intervenir en aquello que nos rodea. En el mundo de las relaciones
interpersonales el dar ejemplo es la base fundamental para iniciar el proceso
de aporte en la formación de quienes se encuentran en el entorno próximo. ¿Deseas salvar el mundo? Primero organiza
tu vida, da ejemplo y luego si realiza tus planteamientos de cómo lo vas a
lograr.
8. Puede ser que en tu escuela
no hayan ganadores ni perdedores, sólo
triunfadores. En algunas escuelas han eliminado la palabra reprobar y te dan tantas
oportunidades como sean necesarias para salir adelante. Todo esto no tiene el
más mínimo parecido con la vida real.
La escuela poco a poco ha ido
evolucionando hacia estados en los cuales se pretende privilegiar cada vez más
el proceso formativo del estudiante.
Es por ello, que en los últimos años estar al tanto del crecimiento personal de
los alumnos quizá sea más relevante en las escuela al momento de tomar
decisiones respecto a la promoción a los siguientes niveles de educación. Por lo
anterior, todos son ganadores, pero también
el paradigma del facilismo puede estar caracterizando las vidas de muchos
de los estudiantes, algo que sin duda ha de ser poco benéfico para la posterior
vida en sociedad.
Es por ello que la llamada vida real puede ser más dura de lo que se
imagina. En ella los gustos, intereses y necesidades no son tenidos en
cuenta como en la escuela, allí es necesario presentar resultados si se quiere
progresar y sacar adelante el proyecto de vida. Los duros golpes de la vida en
sociedad uno a uno han de llegar y más que ganar o perder, se debe estar listo
para aprender de ellos y continuar el camino que se haya elegido.
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